¿Qué Puedo Encontrar Aquí?
Todos los que gestionan un eCommerce o cualquier otro tipo de proyecto online se han hecho más de una vez esta pregunta: ¿debería llamar a un SEO? La verdad es que la respuesta fácil debería ser: «¡Sí!», por defecto. Si has llegado a planteártelo es muy probable que lo necesites o, al menos, te venga bien en ese momento.
¿Qué hace un SEO?
Se trata de uno de los profesionales más específicos del marketing online. Su tarea es exclusivamente optimizar un sitio web para conseguir generar una mayor cantidad de tráfico orgánico. En otras palabras: audita la web, prioriza tareas y hace una supervisión de la implementación.
Se trata de un perfil con mucho de auditoría, al menos para la parte que llaman «on page». Aquí se aborda desde la arquitectura de la página al contenido (pasando por cuestiones más técnicas).
Luego está el día a día que es una fase que combina lo ejecutivo con el seguimiento. El SEO «off page» está muy relacionado con la generación de autoridad que se obtiene especialmente a través de enlaces desde otras páginas relevantes y exige una labor diaria por su parte. Todo lo auditado en el «on page» requiere de implementación y también es labor del SEO supervisar que se vayan actualizando las tareas y prestando asesoría a los responsables de desarrollo desde la perspectiva de la optimización para motores de búsqueda.
¿Cuándo hay que llamar a un SEO?
Podemos distinguir entre tres escenarios. Desde luego hay algunos mucho mejores que otros, pero lo cierto es que la ayuda de un SEO siempre nos puede hacer mejorar en términos de visibilidad online y captación.
Antes de arrancar el proyecto
Si hay un escenario ideal es, sin lugar a dudas, este. Si el SEO trabaja desde el principio mano a mano con los desarrolladores y el UX, estás blindándote ante posibles problemas.
Muchas veces por una cuestión de plazos o de inversión se opta por realizar un eCommerce sin contar con los criterios SEO, y esto deriva en una página que puede estar mejor o peor diseñada, con unas funcionalidades más o menos avanzadas pero que puede verse lastrada desde la base. Problemas de indexación, rastreo, arquitectura inconsistente, ausencia de meta información, mala jerarquización, contenido duplicado (uno de los talones de Aquiles del eCommerce)… En el SEO «on page» influyen muchísimos factores y con una correcta planificación evitaremos tener que volver sobre ellos más adelante.
¿Y si no le llamo? Bueno, pues dependerá de lo «SEO friendly» que sea tu proveedor o equipo de desarrollo, pero es probable que te toque contactar más adelante con uno de estos profesionales y arreglar esto será más difícil (y seguramente más caro).
Cuando se quiere mejorar
Partimos de una base muy interesante ya que tenemos una web en marcha y que, además, convierte. Esto significa que el tráfico extra que seamos capaces de captar desde los buscadores nos puede reportar un incremento del ROI.
A veces las cosas van bien, empezamos a generar negocio y eso nos permite plantearnos reinvertir en el proyecto. En este caso la auditoría es muy importante porque, incluso el eCommerce más saneado, tiene posibilidades de mejorar en las manos adecuadas.
Un SEO encontrará áreas de mejora en lo que ya estamos haciendo, pero también nos servirá para detectar y explotar gaps o nichos a los que no estamos llegando y nos ofrecen oportunidades de incrementar el negocio.
Os recomendaría especialmente contar con alguien con experiencia en SEO en el caso de abordar cambios radicales en vuestro eCommerce. Una de las causas más graves de problemas son las migraciones (por ejemplo de un dominio a otro o de un subdominio a una carpeta), cosas así pueden hacerte sufrir mucho y perder enormes cantidades de tráfico. Deja que alguien te ayude desde el principio a tomar la decisión y, si es en firme, que haga un mapa y seguimiento de la migración para no dejarse páginas indexadas o enlazadas sin redirigir y generando errores para los buscadores y frustración en los usuarios.
Cuando se produce el desastre
Si hablamos de marketing y desastres siempre hay que ser capaz de relativizar. Una caída leve o un crecimiento lento no tiene por qué ser una hecatombe. En muchas ocasiones es sólo una cuestión estacional que se corrige por si misma cuando se entra en otro periodo productivo positivo.
Cuando hablamos de desastre en SEO podemos hacerlo con todas las letras. Una mala política, un intento de alterar los rankings de manera artificial, páginas con contenido idéntico o de escaso valor, enlaces obtenidos sin sentido… todo ello nos conduciría a una de las tan temidas penalizaciones.
Los buscadores persiguen el SPAM en las búsquedas, no quieren que se llenen de contenido de nula relevancia porque, obviamente, dejarían de ser útiles y, como servicio, se empobrecería y perdería usuarios. Para evitar esto, Google hace periódicas actualizaciones de su algoritmo de búsqueda. A lo mejor has oído hablar de Panda y Penguin o Fred. Sí, suenan adorables pero feroces con el SEO. Se trata del nombre en clave de esos updates que se ocupan de perseguir el contenido duplicado y los enlaces de baja relevancia y penalizar a los que hacen mal uso de las normas.
Otras veces el desastre no está asociado a una penalización. Puede que simplemente se haya cometido algún error técnico. Un buen ejemplo es una mala migración como hablábamos en el punto anterior.
En este caso, y más si tienes una gran dependencia del tráfico orgánico, te recomendaríamos que acudieras a un SEO lo antes posible. Evaluará el problema y te ayudará a poner una solución.
¿SEO «in house» o contratado?
A esta pregunta te tienes que contestar tú mismo. Por lo general se suele contratar a una agencia SEO o un freelance cuando lo que se busca es una auditoría y un periodo de consultoría a medio plazo (6-12 meses).
Si te planteas apostar fuerte o tu página es especialmente compleja no hay duda de que el hecho de tener ese perfil integrado en tu equipo, dedicado en exclusiva, te ayudará a tener todo controlado y actuar con mayor celeridad.
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